AMOR DE VERDAD… MAS ALLÁ, MUCHO MAS ALLÁ, DE LO SEXUAL VA.
El placer de la relación sexual fue creado,
con un fin determinado;
en el universo... todo ha sido planeado.
Era imprescindible, para la perpetuación de la especie.
Sin él… la humanidad no existiría.
A los fines expuestos, creado fue el celo,
para que esta actividad ocurriese,
en el momento mas oportuno, para la fecundación.
También existe en el hombre …
con las feromonas correspondientes,
para la excitación sexual.
Que el hombre primitivo percibía,
cuando sus sentidos… a la perfección servían;
cuando con perfumes... no se las disimulaba.
Con la atrofia de ellos, y el desarrollo de la mente,
el hombre de sus instintos se fue liberando,
y su actividad sexual se extendió,
mas allá de lo natural.
De instintiva, para la perpetuación de la especie.
su gozo… al primer plano pasó.
En el Bhagavat-gita, hace 5000 años,
Lord Krishna, el Ser Supremo, insistía,
en dar a la actividad sexual, y al correspondiente placer,
el puesto que les correspondía;
no abusando de ellos… no convirtiéndolos en lujuria.
En el cristianismo a esta actividad se la sataniza,
cuando lugar... fuera del matrimonio tiene.
A esta fuerza tan inmensa… convertirla en tabu,
un fatal error ha sido.
Nada con ello se ha conseguido,
como no haya sido,
abrir las puertas a la falsedad… a la hipocresía;
a la pornografía.
Es que nada hay tan atractivo…
nada que a desmedidas fantasías de lugar...
como lo misterioso, como lo prohibido.
Vayamos ahora al objeto de estas líneas:
deslindar el amor de lo sexual.
Llamemos deseo… al zoológico instinto sexual,
y llamemos amor… a algo que mucho mas allá va.
El deseo funciona a través del intelecto, de la mente, de la razón,
y para su satisfacción
palabras bellas y máscaras y ardides de todo tipo,
se utilizan.
Mas abajo… en el corazón,
está el reino de los sentimientos, del amor.
Su lenguaje es el silencio… es confiable.
Solo será percibido… por quienes en capacidad estén,
de ese silencio descifrar;
independientemente de la actividad sexual.
Es que…
no es que el amor dependa de la actividad sexual,
de que ella lo primario sea;
es a la inversa…
la actividad sexual es secundaria,
subordinada al amor.
Hasta el punto… de que el amor, sin ella,
puede existir y prosperar.
Lo sexual es temporal, pasajero…
eterno es... el amor verdadero.
Amor es la fusión de dos almas en una,
en silencio,
en ausencia del ego… en ausencia de la mente;
es mirar juntos... en una misma dirección.
El amor verdadero, consiste en dar;
la recompensa es... el placer que el dar produce.
Se es feliz dando… sin nada a cambio esperando.
Pero… para dar hay que tener.
Es mas que evidente…
que dar lo que no se tiene, posible no es.
En consecuencia, solo amor podrá dar…
quien amor por sí mismo tenga.
De allí la importancia, de allí lo primordial,
tal como una vez en otro escrito dijimos,
de que después del amor a Dios,
el amor a sí mismo... ¡el primer lugar lo ha de ocupar!
Quien a sí mismo se ama,
egoísta no es... carece de ego.
“Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Cuando amor a sí mismo abunda,
no solamente hay para repartirlo, a una o mas personas,
a solo un paso se estará... de integrarse al amor universal.
Y se podrá disfrutar... amando a los árboles, las flores,
las aves, las montañas, los ríos,
al sol, a la luna, las estrellas… y hasta a las piedras.
Y será posible entender,
que somos UNO con el universo,
que hermanos somos... de todo cuanto existe.
Que somos UNO con Dios... con la Conciencia Universal,
con la Existencia.
Mirando al amor desde estas perspectivas,
¿donde ha quedado lo sexual?
Miguel A. Römer R.
El placer de la relación sexual fue creado,
con un fin determinado;
en el universo... todo ha sido planeado.
Era imprescindible, para la perpetuación de la especie.
Sin él… la humanidad no existiría.
A los fines expuestos, creado fue el celo,
para que esta actividad ocurriese,
en el momento mas oportuno, para la fecundación.
También existe en el hombre …
con las feromonas correspondientes,
para la excitación sexual.
Que el hombre primitivo percibía,
cuando sus sentidos… a la perfección servían;
cuando con perfumes... no se las disimulaba.
Con la atrofia de ellos, y el desarrollo de la mente,
el hombre de sus instintos se fue liberando,
y su actividad sexual se extendió,
mas allá de lo natural.
De instintiva, para la perpetuación de la especie.
su gozo… al primer plano pasó.
En el Bhagavat-gita, hace 5000 años,
Lord Krishna, el Ser Supremo, insistía,
en dar a la actividad sexual, y al correspondiente placer,
el puesto que les correspondía;
no abusando de ellos… no convirtiéndolos en lujuria.
En el cristianismo a esta actividad se la sataniza,
cuando lugar... fuera del matrimonio tiene.
A esta fuerza tan inmensa… convertirla en tabu,
un fatal error ha sido.
Nada con ello se ha conseguido,
como no haya sido,
abrir las puertas a la falsedad… a la hipocresía;
a la pornografía.
Es que nada hay tan atractivo…
nada que a desmedidas fantasías de lugar...
como lo misterioso, como lo prohibido.
Vayamos ahora al objeto de estas líneas:
deslindar el amor de lo sexual.
Llamemos deseo… al zoológico instinto sexual,
y llamemos amor… a algo que mucho mas allá va.
El deseo funciona a través del intelecto, de la mente, de la razón,
y para su satisfacción
palabras bellas y máscaras y ardides de todo tipo,
se utilizan.
Mas abajo… en el corazón,
está el reino de los sentimientos, del amor.
Su lenguaje es el silencio… es confiable.
Solo será percibido… por quienes en capacidad estén,
de ese silencio descifrar;
independientemente de la actividad sexual.
Es que…
no es que el amor dependa de la actividad sexual,
de que ella lo primario sea;
es a la inversa…
la actividad sexual es secundaria,
subordinada al amor.
Hasta el punto… de que el amor, sin ella,
puede existir y prosperar.
Lo sexual es temporal, pasajero…
eterno es... el amor verdadero.
Amor es la fusión de dos almas en una,
en silencio,
en ausencia del ego… en ausencia de la mente;
es mirar juntos... en una misma dirección.
El amor verdadero, consiste en dar;
la recompensa es... el placer que el dar produce.
Se es feliz dando… sin nada a cambio esperando.
Pero… para dar hay que tener.
Es mas que evidente…
que dar lo que no se tiene, posible no es.
En consecuencia, solo amor podrá dar…
quien amor por sí mismo tenga.
De allí la importancia, de allí lo primordial,
tal como una vez en otro escrito dijimos,
de que después del amor a Dios,
el amor a sí mismo... ¡el primer lugar lo ha de ocupar!
Quien a sí mismo se ama,
egoísta no es... carece de ego.
“Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Cuando amor a sí mismo abunda,
no solamente hay para repartirlo, a una o mas personas,
a solo un paso se estará... de integrarse al amor universal.
Y se podrá disfrutar... amando a los árboles, las flores,
las aves, las montañas, los ríos,
al sol, a la luna, las estrellas… y hasta a las piedras.
Y será posible entender,
que somos UNO con el universo,
que hermanos somos... de todo cuanto existe.
Que somos UNO con Dios... con la Conciencia Universal,
con la Existencia.
Mirando al amor desde estas perspectivas,
¿donde ha quedado lo sexual?
Miguel A. Römer R.