LA ULTIMA REVELACIÓN
Nuestra felicidad
-la verdadera-
a los Políticos, ni a la Sociedad Civil les interesa.
A los primeros ¿como ha de interesarle?
si ellos al poder llegan, con los votos de los infelices,
a quienes felicidad prometen.
Y con los votos de quienes, en el poder o en ventajas materiales,
su felicidad intentan encontrar
Para mantenerse en el poder,
si lo ofrecido no se ha cumplido,
con mas infelicidad y miseria,
a nuevos ofrecimientos se les abre campo.
Porque en el ser humano hay la tendencia,
a creer en lo que se desea,
Es que la esperanza del que sufre […] nunca se pierde.
Si la otra vez, lo ofrecido no se cumplió,
ahora […]
“! sí que se va a cumplir !”.
A la Sociedad Civil, tampoco nuestra felicidad le interesa:
¡Si ellos viven [...] de la "venta de felicidad"!
Necesitan de muchos seres infelices, a quienes engañar,
convenciéndolos, de que la felicidad la han de encontrar,
en los bienes materiales, que se empeñan en brindar;
frutos del científico y tecnológico progreso.
En una sociedad, integrada por hombres, mujeres y niños,
que la verdadera felicidad hayan encontrado,
no habría miseria, ni odios, ni guerras.
Solo se consumiría y produciría lo preciso,
para sus requerimientos esenciales cubrir.
Y a la naturaleza se la respetaría:
¿No es ella acaso, la que para ser feliz, lo necesario brinda?
Corolario.
Un mundo feliz es una utopía:
Nadie tiene interés en ello,
no le conviene a la mayoría.
Cada quien, por si mismo, a su felicidad la habrá de buscar.
Ella con cada uno de nosotros nace,
y hasta el día de nuestra muerte, nos ha de acompañar.
Es una princesa, de naturaleza alegre,
que está escondida, que está dormida.
Para encontrarla, un esfuerzo hay que hacer.
Con firmeza hay que desearla,
insistir en esto, cada mañana al despertar,
y buscarla, hasta encontrarla.
como a la Bella Durmiente,
con un beso amoroso, habrá que despertarla,
y luego conquistarla.
En el corazón, en el amor, es donde se esconde,
en el amor sublime, infinito y eterno,
en el amor a Dios, a nosotros mismos, a los demás,
al sol a la luna, al cielo y las estrellas,
a las aves, a los árboles… y al universo entero
Sin amor, la felicidad es imposible.
Y un amor verdadero
con tu Ego, tu egoísmo,
no puede coexistir.
Y tu mente ha de callar,
para que,
del corazón sus silenciosos mensajes,
los puedas escuchar.
ANTARES
*******
Este mundo materialista,
sin tiempo para vivir, para pensar, para cantar, bailar y amar[...]
no lo podemos cambiar.
Lo que sí podemos, si nos lo proponemos,
es nuestra actitud frente a él, transformar;
cultivando, desarrollando, nuestra espiritualidad,
y por encima de la razón […] colocando. al corazón
ANTARES

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