miércoles, 15 de julio de 2009

SADHANA I


SADHANA I

La Aldea Global...la Sonrisa Hipócrita

Conversando con unos amigos, sobre temas espirituales,
uno de ellos me contó,
que en un lugar, de la falda de la cadena montañosa,
que al sur limita el valle donde habitamos, existe una humilde choza,
donde vive solitario un anciano.

Eso lo cuenta un cazador, que persiguiendo un venado,
a poco se dio cuenta, de que se había extraviado.
Caminando, de acuerdo a lo que le decía su intuición,
llegó a un sitio,
desde el cual, pudo distinguir una choza,
y ciertas características de su dueño.
Tenía una larga barba blanca,
irradiaba una paz, un bienestar indescriptibles.

No se atrevió a acercársele.
Perdido lo agarró lo anoche,
y fue al día siguiente,
cuando después, de largas horas caminar,
logró orientarse y regresar.

Es sabido,
que los cazadores son embusteros;
y así,
su relato no fue muy tomado en serio.

Decidí buscarlo,
y preguntando aquí y allá, por fin logré encontrarlo.
Palabras mas, palabras menos,
me confirmó… lo que me habían contado.
Me pareció que era honesto en su relato.

A mi pregunta,
de porqué no se le había acercado, me respondió,
que en un momento pensó,
que pudiera ser algo así… como un fantasma.

Le expresé mi interés en encontrar a ese anciano,
pero solo pudo decirme,
que se encontraba… en algún sitio de la falda,
de esa larga cadena montañosa.

No sé exactamente porqué,
pero para mi, encontrarlo,
en una obsesión se convirtió.

Y decidí recorrer, palmo a palmo, la falda mencionada,
sin fijarme tiempo, para realizar esta búsqueda.

Con un machete y un equipo completo,
que me permitiese en el monte pernoctar,
me puse en camino.

Fue al segundo día,
después de largas horas andar,
que ¡OH alegría!
con la choza fui a dar.

UN CORREDOR…
con caña amarga techado, cubierto de hojas de palma,
artísticamente trenzadas,
a todo lo largo… del frente de la vivienda se extendía.

Para llegar a él,
un par de escalones había.
Exceptuando la entrada,
ramas secas de árboles… entrecruzadas
dejando amplios espacios libres entre sí,
una baranda rústica formaban

Las paredes eran de bahareque.
De color verde claro…
con la naturaleza boscosa del medio, entonaban.

Al lado derecho, mirando hacia la choza, ,
una quebrada de aguas cristalinas, mansamente corría;
bordeada con piedras, artísticamente distribuidas.
En sitios donde el agua era tranquila, pequeños peces,
alegremente, de su vida disfrutaban.

Un gran samán,
ubicado, a cierta distancia del frente de la choza,
algo a la izquierda,
mirando desde el frente,
a esta… una fresca sombra le impartía.

A la izquierda, una siembra de legumbres y hortalizas,
con su fresco verdor, alegraban el ambiente.
A la derecha, a partir de la quebrada,
habían flores, entre las cuales se destacaban,
rosas, una mas bella que la otra, amén de dalias, claveles, cayenas,
que también entre si… competían.

Poderosamente me llamó la atención,
un pequeño árbol,
con unas grandes y bellísimas flores rojas,
que desde la base del tronco emergían,
para armoniosamente ubicarse,
a lo largo de él y de sus ramas.

De acuerdo a lo que conocía,
una Rosa de Montaña, tenía que ser.

Detrás de la choza,
una buena extensión de terreno, discretamente inclinada,
se extendía.
Árboles frutales en él crecían:
guanábanas, guayaba, naranjas, toronjas, aguacates,
y también… cambures, plátanos, maíz

En una esquina del mismo,
un pequeño gallinero existía.
Y para completar aquel idílico ambiente,
un pequeño cervatillo, en permanente movimiento,
a darle vida contribuía.

Al acercarme a la puerta,
una tablilla de madera me llamó la atención.
Llevaba el nombre de
Sadhana.
¿Sadhana…Sadhana…Sadahna?
Y de pronto recordé, que se trata de una palabra hindú,
que se refiere a la búsqueda espiritual de una meta.

Recordé también,
que Rabindranath Tagore,
-premio Nobel de Literatura (1913)-
a uno de sus libros, lo tituló
“Sadhana,
“La realización de la Vida”.

LA PUERTA ESTABA CERRADA.
Con los nudillos de mi mano, varias veces toqué,
antes de que se abriera,
para dar paso a la figura de un anciano,
con pelo muy blanco y una larga barba,

Era mas bien alto,
Mantenía su cuerpo recto.
Fácilmente se podía calcular su edad,
en bien entrados los ochenta.

En su cara discretamente hacia abajo perfilada,
bajo unas cejas pobladas,
unos penetrantes ojos azules brillaban.
Vestía unos jeans azules,
y una guayabera, pulcramente blanca

Su expresión de paz, de armonía,
eran sorprendentes,
contagiaban.

No mostró ninguna sorpresa al verme.
Con una voz moderadamente baja en tono,
en perfecto español,
con un dialecto, para mi desconocido,
y articulando muy bien cada palabra,
para mi sorpresa me dijo:
Te estaba esperando, sabía que venías.
¿Te llamas acaso Gabriel?

No pude menos que preguntarle,
como podía saber, que yo vendría,
y que mi nombre, conociese.

Me dijo:
-Si alguna persona, piensa intensamente en algo,
tal como tu lo hiciste,
cuando se te metió en la cabeza buscarme,
su cerebro ondas muy poderosas emite,
que pueden ser captadas,
por personas en meditación permanente,
por quienes hayan alcanzado,
un estado de conciencia tal,
que liberados hayan quedado,
del ego y de la mente.

Son ellos dos los grandes obstáculos,
que nos impiden percibir,
que somos uno con el universo,
que todo lo creado… son nuestros hermanos.

-Pero dime,
¿porque esa obsesión tuya en encontrarme?

-Soy médico, internista psiquiatra,
y el haber constatado la importancia inmensa,
de la espiritualidad humana,
y en mas de un caso,
su íntima relación con la enfermedad,
me ha llevado a profundizar en ella.
.

Así… ahondando en ese campo,
un gran interés…. en mi se despertó
por la sabiduría oriental,
por el Tantra y por el Zen.

Y esto me ha permitido,
entender perfectamente sus palabras,
cuando a la meditación permanente… se refirió.

Quería encontrarlo, en la seguridad,
de que hallaría en Ud., maestro.
elementos valiosos, y un estímulo…
para mi aprendizaje.

-Te diré, de primera intención,
que es de la mayor importancia entender,
que el universo es UNO.

Somos UNO con él,
está en nosotros;
así como en una gota de agua del océano,
el océano esta en ella.
Estos no es algo que se logre entender,
es que no se puede entender,
solo se puede sentir.

Hermanos somos de todo lo creado.
Somos hermanos de los árboles,
del sol, de la luna, de las estrellas,
de los ríos, de las rosas y hasta de las piedras.

Cuando se llega al nivel,
de sentirnos integrados, a todo cuanto existe,
que todo cuanto existe está en nosotros,
se alcanza un éctasis, una paz, un bienestar
tremendamente bellos.
Y se percibe… lo que en silencio,
con amor se transmite.

Es que el amor es la fuerza mas poderosa:
Sin ella, el universo no podría existir.
Lo mas íntimo de nuestra existencia,
nuestro SER inmortal… es amor.

Del interior de la choza,
sacó dos sillas al corredor,
desde el cual,
entre los troncos de corpulentos árboles,
se vislumbraba el verdor del valle lejano,
que a los pies de la montaña se extendía.

-Maestro,
he tratado y en parte logrado,
profundizar en mi y sentirme en silencio y en paz,
en medio de los avatares de la vida moderna.

Aprendí, que a ellos -a la paz y el silencio interiores-
hay que buscarlos dentro de uno,
por fuera,
nunca los podremos encontrar.

Esto Ud. seguramente lo conoce, mucho mejor que yo.
Por lo tanto… me ha llamado mucho la atención,
que se haya venido a vivir en esta soledad,
sabiendo estar en paz y silencio,
en medio del bullicio, de un pueblo o ciudad.

-Sí, tienes razón.
Pero ese no es mi caso,
Mi paz interior, adonde vaya, la llevo conmigo,
pero lo que he querido,
es integrarme a la naturaleza, nuestra madre.
En ella está la fuente de la sabiduría,
bien lo decía Lao-Tse.

Eso en un sitio poblado, es imposible;
mucho menos en una ciudad.

El desarrollo de lo que llamamos “civilización”,
de la naturaleza… cada vez mas nos aleja.

Profunda compasión siento,
por los que viven en edificios de apartamentos;
especialmente por los niños.
Nunca han visto nacer un pollito,
ni a una gallina caminado, rodeada de su prole.

Quizás nunca hayan oído el canto de un gallo;
ni han mirado a una rosa,
tratando. en silencio… de entender su mensaje.

Ni han disfrutado del sedante murmullo,
del correr de un arroyo,
ni se han bañado en la transparencia de sus aguas.
Ni están en condiciones de admirar… desde su “jaula”,
la belleza de un amanecer, de un atardecer.

Mi choza, mis árboles, mis legumbres, mis gallinas, mis flores,
son regalos divinos, que infinitamente agradezco,
conciente, de que me han sido otorgados en calidad de préstamo,
para que de su existencia,
respetuosamente disfrute.
No me pertenecen.

-Maestro, entiendo y comparto lo que me ha dicho,
pero no creo, que yo esta soledad la podría soportar.

-Soledad es una cosa, y estar solo es otra.
Soledad es… sentirse mal por falta de compañía,
estar solo… es fuente de bienestar.

Pero es que tampoco me siento solo.
Mi principal acompañante soy yo mismo,
rodeado de millares de hermanos que amo.
Cada uno de ellos… es un mensaje del mas allá,
que solo en silencio podemos descifrar.

Hasta las piedras son mis hermanas,
mensajeras mudas, de las estrellas, de donde ellas vienen.

Desde aquí, en las noches claras me deleito,
conversando, en silencio, en meditación,
con mis hermanos,
con la luna, con las estrellas…

La naturaleza está llena de vida,
ese misterio… que nunca en este mundo entenderemos,
que no se puede definir,
que solo lo podemos sentir.

-Entiendo lo que me dices,
pero me parece, que el precio que pagas es muy alto.
Limpiar la casa, preparar la comida,
ocuparse de las hortalizas –sembrarlas, regarlas, cosecharlas-
ocuparse de las aves de corral, de las flores… y paremos de contar.

-No, me dijo,…no es un esfuerzo:
Cuando es a plena conciencia lo que se hace,
se convierte en meditación, en amor, en bienestar.

-Varias veces la palabra amor has nombrado.
Por favor: podrías extenderte algo en ese sentido.

-Sí, con mucho gusto.
Amor es la palabra mas prostituida,
y la menos entendida.

Para la gran mayoría, amor y sexo es la misma cosa.
Y al acto sexual se lo llama:
“hacer el amor”.
rebajando esa bella palabra,
al nivel del mundo animal.

El verdadero amor es un misterio,
que no se lo puede definir,
algo, que solo –en silencio- se lo puede percibir.

No se puede imponer,
no se puede vender, no se puede comprar.
Es incompatible con la mente, con el ego.
La razón, el intelecto, con el amor, nada tienen que ver.

La atracción sexual ¡no es amor!
Sin embargo, a nivel de la mente, a nivel de la razón,
ella… con amor se confunde.

El amor verdadero,
muy lejos está de la mente, del intelecto,
no está en el reino de la razón.
En silencio… reside en el corazón.
un reino, donde la razón tiene prohibida la entrada.

Este amor es prerrogativa del ser humano.
Está a un nivel muy alto,
mucho mas allá,
de hasta donde las palabras puedan volar,
mucho mas allá… del alcance de toda lógica.

-Maestro, el desarrollo de la tecno-ciencia,
me ha dado mucho que pensar.
En efecto, el mismo ha evolucionado y crecido,
gracias a la mente, a la razón,
desplazando cada vez mas…
al corazón.

Entre otras cosas, este desarrollo ha dado lugar,
a la creación creciente, de “necesidades artificiales”,
que nos llevan…
al consumo desmedido, de bienes materiales.
En ellos cada vez mas… nuestra libertad vamos perdiendo,
en ellos… la mayoría,
vanamente, busca su felicidad.

Pero hay una pérdida a otro nivel,
a nivel de la creatividad,
algo muy personal, diferente de una persona a otra.

Recuerdo muy bien, que hace muuuchos años,
Walt Disney presentó una cinta,
con el título de “Fantasía”

Con figuras animadas, plantas y flores de bellos colores,
bellamente danzando,
en ella interpretaban,
la Sinfonía Pastoral de Beethoven.
.
Una amiga, que gustaba de la música,
me hizo el siguiente comentario,
palabras mas, palabras menos:
“Antes, cuando oía la Pastoral de Beethoven,
mi mente iba creando, las fantasía correspondientes,
las mías, muy personales.
Pero de ahora en adelante,
van a surgir… las creadas por Walt Disney”.

Pienso que tenía razón,
Poco a poco, sin darnos cuenta,
quienes tenemos acceso, a los medios de comunicación,
cada vez mas eficientes,
vamos siendo “uniformados”, educados,
a expensas de la libertad del libre desarrollo,
de nuestra persona,
de nuestra persona única, diferente de las demás.

Por favor, maestro,
¿qué opina al respecto?

-Cuanto mas en el conocimiento nos adentremos,
en la información,
tanto mas de la sabiduría nos alejaremos.

Conocimiento es algo que aprendemos,
de los demás, lo obtenemos, de afuera,
es algo prestado, algo que copiamos… no nos pertenece.

Sabiduría es lo que hemos vivido,
lo que “en carne propia” hemos experimentado,
Son adquisiciones personales,
integradas a nosotros,
obtenidas directamente de la realidad.

Cada vez estamos viviendo mas y mas,
en un mundo virtual,
que cada vez mas, de la realidad nos aleja.

Con la computadora y el internet,
esta circunstancia,
notablemente se ha acentuado.
se ha agravado.

Hay toda una generación de niños y jóvenes,
especialmente en Estados Unidos,
que su tiempo dedican,
a estar sentados… frente a la pantalla del ordenador.

Ya se han levantado voces angustiadas,
advirtiendo el peligro,
de perder totalmente… el contacto con la realidad.
El contacto con la tierra, con la naturaleza, con el cosmos.

No son capaces de disfrutar…
de un bello amanecer, del canto de un pájaro,
de una imponente puesta de sol,
de la magia de la luz de la luna
de una rosa, de un clavel.
Es que nada de esto conocen.

Viven en un mundo ficticio,
fruto de su mente,
cada vez mas sumergidos,
en el reino de los mas variados sueños.
donde lo material… es lo que predomina.

Es como drogarse.

La tendencia de la globalización,
es… hacia un ser humano “standard,”
a expensas de su individualidad;
cada vez mas dependiente…
de lo que a los políticos,
a los poderes económicos,
y a las diferentes doctrinas,
les conviene.

Así –por ejemplo- para fotografiarse,
hay que mostrar la dentadura,
fingiendo con una sonrisa,
un estado de ánimo ficticio, hipócrita.

Me pediste anteriormente, mis comentarios sobre el amor.
Te diré, que desafortunadamente,
también el amor… ese bello misterio,
que solamente es posible percibir,
en algo virtual, lo están convirtiendo,
reduciéndolo a palabras, transmitidas por internet.

Ya no se trata del amor, del cariño, de la amistad,
entre seres de carne y hueso.

Se trata de informaciones en alas de palabras,
con las cuales se “construye”,
una imagen virtual de la persona “amada”.

Por mas que mutuamente traten de identificarse,
describiendo detalles, relacionados al aspecto físico.
siempre estarán sujetos, a la imaginación del otro o de la otra.
Otra cosa sería, una fotografía.
Pero una fotografía es algo muerto,
carece de vida.

¡Cuantas fotos de seres queridos tenemos…
que ya se fueron!

De acuerdo a la capacidad imaginativa,
y de la sensibilidad de cada quien,
será “construido” el ser “amado”.

En ese ser –hombre o mujer- por nuestra mente construido,
solo es posible reflejar,
las fantasías, que a lo largo de los años,
la mente del amante… haya logrado guardar,
de acuerdo al perfil genético heredado.

Ese amor virtual, no es real, no existe.
proyectamos en su construcción,
lo que por dentro cargamos.

El leguaje de los corazones, del amor verdadero…
es el silencio.
Tal como anteriormente dijimos…
solo se puede sentir;
y para ello es imprescindible,
la relación personal.

Tomados de las manos,
admirar juntos, en silencio, un bello cielo estrellado,
escuchar el canto de los pájaros, bailar…
eso es imposible… por internet.

Tratar de hacerlo por esa vía,
es soñar despierto;
vivir no es.

-Perdone maestro:
¿De donde viene, le noto un acento, que no logro ubicar?

-Con afecto me preguntó:
¿Porqué quieres saberlo?
¿Tiene eso alguna importancia?

-Noté, cuando fue a sacar las sillas,
que había dos camas.
¿Es que recibe visitas?

Sí, ciertamente.
De donde vengo,
a veces vienen amigos, pero sobre todo,
personas que vienen a consultarme,
a pedirme ayuda, a nivel espiritual.

-Perdona, pero tengo una gran curiosidad,
Si le ocurriera algo, un accidente, una enfermedad_
¿Que haría?

-Yo vivo el presente, lo vivo hasta la saciedad;
confiado en la existencia.
Para mi:
¡el futuro no existe!

Insistí:
-Lo que estoy planteando es algo posible, probable,
especialmente a su edad.

-A mis amigos, por telepatía,
ayuda les pediría, y ellos vendrían

Y si me viera solo, sometido a grandes sufrimientos,
inútil, sin poder valerme por mi mismo, sin salida alguna…
en profunda meditación, conciente al máximo,
antes de que las ratas comenzasen, a devorarme vivo
a mi corazón le ordenaría, que cesase de latir.
Y es especialmente, bajo esas circunstancias…
cuando mas fácilmente se logra,
el grado máximo de conciencia alcanzar.
¿Sabías que esto es posible?

-Sí… recuerdo que hace unos cuantos años,
en el cuarto de un hotel en Nueva York,
un grupito de adolescentes se reunió,
para ensayar experiencias con la mente:
transmisión de pensamientos, hipnosis, etc., etc..

Uno de ellos se prestó para ser hipnotizado.
Realmente lo lograron,
y el joven obedecía lo que le ordenaban.
“Y ahora para terminar, ¡muérete!.”
Mas o menos así… fue la orden final.
Y para desesperación de sus compañeros,
el joven murió,

Legalmente, este tipo de experiencias,
solo está permitido.
con fines científicos o terapéuticos.

Avanzada la tarde,
me propuso, que pasase la noche allí,
Y que mañana, al despuntar el alba,
iniciase el regreso.

Al anochecer,
una fogata frente al corredor encendimos,
y las sillas en su cercanía colocamos.

Un cielo despejado, cuajado de estrellas,
cruzado de cuando en cuando, por el destello de aerolitos,
fue el espléndido obsequio,
de la Divina Providencia.

Y pude constatar,
que el maestro… conocimientos avanzados,
de astronomía poseía.

Le comenté el bienestar que una hoguera,
produce, el sedante ambiente, que ella irradia.

-Eso viene del paleoencéfalo,
esa parte del cerebro, donde se guardan informaciones,
recogidas desde nuestra prehistoria.

Hace unos 500.000 años antes de Cristo,
el Homo erectus,
logró dominar al fuego.
Y este se convirtió, en su aliado mas preciado,
al brindarle calor, luz,
y protección, contra los animales salvajes.

Sentados alrededor de una hoguera,
una sensación similar, a la que actualmente sentimos,
seguramente, nuestros ancestros experimentaron.

Una frugal cena,
a base de papas, hortalizas y huevos,
con un licor delicioso,
la acompañamos.

Es un producto, de la casa,
me dijo el Maestro;.
le he dado del nombre de
SADHANA.

Al despedirme, me dijo:
Hoy mas que nunca,
el hombre ignora lo que significa VIVIR;
nadie se interesa, por conocer su SER,
su espíritu inmortal.

PARA EL SER… LA MUERTE NO EXISTE,

Te felicito;
eres una excepción,
vas por buen camino.

Puedes volver cuando quieras;
ya sabes como llegar.

Con un fuerte abrazo, nos despedimos.
Sentí, que me despedía de un amigo.;
de un amigo de verdad.
con la sensación,
de que desde siempre…
nos hubiésemos conocido.

El regreso,
gracias a las indicaciones, que el maestro me dio,
fue fácil, pero largo.
fue al otro día, que pude llegar.

BIEN VALIÓ LA PENA EL ESFUERZO.





















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