jueves, 30 de julio de 2009


ANTIGUOS POEMAS DE AMOR EGIPCIOS

Mark T. Rigby

Es australiano, vive en Brisbane y es astrónomo,
pero además, es un gran admirador del antiguo egipcio,
país al cual viajó en diversas oportunidades.

Entre los antiguos papiros, encontró tres poemas de amor.
El primero data de hace unos 3000 años;
los otros dos son de èpocas diferentes.

I
Ella es una muchacha, no hay ninguna como ella.
Ella es mas bella que ninguna otra.
Mira, es como una diosa estrella ascendiendo
al comienzo de un feliz año nuevo;
Con esplendorosa piel, brillantemente blanca;
con bellos ojos para mirar,
con dulces labios para hablar;
ella no tiene solo una frase, tiene muchas.
Con un largo cuello y blancos senos,
su pelo de genuino lapis lazuli;
su brazo mas brillante que el oro;
sus dedos cual flores de loto,
con pesadas sentaderas y ceñida cintura.
Sus muslos le ofrecen belleza,
con paso firme pisa el suelo.
Ella capturó mi corazón en su abrazo.
Ella hace que todos los hombres giren sus cuellos
para mirarla.
Uno la mira cuando pasa,
A esta una, a esta una única.

II
Yo quisiera ser tu espejo
Para que tu siempre me miraras.
Yo quisiera ser tu vestido
Para que siempre me cargaras.
Yo quisiera ser el agua que lave tu cuerpo,
Yo querría ser el ungüento, OH mujer
que pudiera embriagarte.
Y la cinta alrededor de tus senos.
Y las cuentas alrededor de tu cuello.
Yo desearía ser tus sandalias,
para que pudieras caminar sobre mi.

III
OH mi bella.
Quisiera ser parte de tus quehaceres, como una mujer.
Con tu mano en la mía tu amor sería retornado.
Imploro a mi corazón:
“Si mi verdadero amor, quedase ausente esta noche.
yo sería como alguien, que ya estuviese en su tumba”.
¿No eres acaso mi salud y mi vida?
Cuan alegre es tu buena salud
para el corazón que te busca.

Dí por casualidad con esos versos, buscando en Internet,
datos en relación a las esfinges.

Me llamaron la atención las poesías,
y del inglés las traduje al español

En la época que estamos viviendo,
predominando lo material sobre lo espiritual,
la razón, la mente, sobre el corazón,
el egoísmo sobre el amor,
el odio sobre la compasión,
para el romanticismo, espacio no hay.

Aún mas, es motivo de mensoprecio.
¿De que sirve… si dinero no produce?

La sensibilidad a lo bello a lo poético,
se lo confunde con debilidad.
Es que, quien no puede llegar a ello, se “conforta”
devaluando, a quienes puedan lograrlo.

Bien claro queda en esas poesías,
que lo romántico, es parte integral…
de la espiritualidad del hombre.
De ella no la podemos divorciar, no la podemos suprimir.

MAR





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