LA NOCHE
En mi jardín, en un banco sentado, admirando la noche,
me quedé adormitado.
Era una noche preciosa,
y soñé,
que en medio de una música alegre,
ella, bailando… se me presentaba.
Una bella mujer,
por la luz plateada de la luna iluminada,
De terciopelo negro era su traje,
cuajado de estrellas,
que cual diamantes,
con diversos matices brillaban.
Una larga cabellera,
que por detrás, hasta la cintura le llegaba,
lucía, como por hilos de plata formada.
Sus cejas, mas bien delgadas;
sus ojos, con singular belleza brillaban;
sus pestañas, mas bien largas.
Sus labios… atractivos, bien formados,
mas bien delgados,
parecían de coral.
En su mano derecha,
una bella flor llevaba,,
una “bella de la noche”
una flor, que solo una vez al año florece,
y solo una noche… su belleza y perfume ofrece,
El escote del vestido,
parte de unos bien formados senos revelaba,.
Una hermosa estrella de cada lado,
el terciopelo… a nivel de los pezones, adornaba.
Dejando de bailar,
con curiosidad me miró,
y me preguntó:
-¿Por qué me invocaste?
Profundamente sorprendido,
no supe que decir.
Continuó hablándome:
-Alguien especial debes ser,
porque no acostumbro a presentarme,
cuando me llaman.
Le dije entonces,:
-Desde muy temprana edad, me enamoré de ti,
y cada noche… cuando el cielo despejado estaba,
siempre que podía,
a contemplarte me dirigía.
A tratar de encontrar en ti respuestas,
a trascendentales inquietudes.
Quien soy… es la principal.
Y ella me respondió:
-Uno es el universo,
y tu, eres uno con él.
Eres uno conmigo… somos hermanos.
Cuando esto lo entiendas,
sabrás quien eres.
Hermano eres… de todo cuanto existe.
Cuando esto lo entiendas,
amarás a la existencia…
podrás amarte a ti mismo,
amarás a la vida, amarás a la muerte… y a todo cuanto existe.
Amarás a una hormiga, a un árbol, a una flor,
porque el universo, es amor.
A apartando tu cuerpo, la mente y el ego,
tu parte inmortal… es amor.
Muy profundos eran,
la paz que me rodeaba,
el bienestar que experimentaba.
Mis mas sentidas gracias le di.
Me dijo… ”te amo”.
Se inclinó hacia mi,
y con un beso en mis labios… el bello sueño terminó.
Así desperté... renovado
como si de otro mundo, hubiese regresado.
En mi jardín, en un banco sentado, admirando la noche,
me quedé adormitado.
Era una noche preciosa,
y soñé,
que en medio de una música alegre,
ella, bailando… se me presentaba.
Una bella mujer,
por la luz plateada de la luna iluminada,
De terciopelo negro era su traje,
cuajado de estrellas,
que cual diamantes,
con diversos matices brillaban.
Una larga cabellera,
que por detrás, hasta la cintura le llegaba,
lucía, como por hilos de plata formada.
Sus cejas, mas bien delgadas;
sus ojos, con singular belleza brillaban;
sus pestañas, mas bien largas.
Sus labios… atractivos, bien formados,
mas bien delgados,
parecían de coral.
En su mano derecha,
una bella flor llevaba,,
una “bella de la noche”
una flor, que solo una vez al año florece,
y solo una noche… su belleza y perfume ofrece,
El escote del vestido,
parte de unos bien formados senos revelaba,.
Una hermosa estrella de cada lado,
el terciopelo… a nivel de los pezones, adornaba.
Dejando de bailar,
con curiosidad me miró,
y me preguntó:
-¿Por qué me invocaste?
Profundamente sorprendido,
no supe que decir.
Continuó hablándome:
-Alguien especial debes ser,
porque no acostumbro a presentarme,
cuando me llaman.
Le dije entonces,:
-Desde muy temprana edad, me enamoré de ti,
y cada noche… cuando el cielo despejado estaba,
siempre que podía,
a contemplarte me dirigía.
A tratar de encontrar en ti respuestas,
a trascendentales inquietudes.
Quien soy… es la principal.
Y ella me respondió:
-Uno es el universo,
y tu, eres uno con él.
Eres uno conmigo… somos hermanos.
Cuando esto lo entiendas,
sabrás quien eres.
Hermano eres… de todo cuanto existe.
Cuando esto lo entiendas,
amarás a la existencia…
podrás amarte a ti mismo,
amarás a la vida, amarás a la muerte… y a todo cuanto existe.
Amarás a una hormiga, a un árbol, a una flor,
porque el universo, es amor.
A apartando tu cuerpo, la mente y el ego,
tu parte inmortal… es amor.
Muy profundos eran,
la paz que me rodeaba,
el bienestar que experimentaba.
Mis mas sentidas gracias le di.
Me dijo… ”te amo”.
Se inclinó hacia mi,
y con un beso en mis labios… el bello sueño terminó.
Así desperté... renovado
como si de otro mundo, hubiese regresado.
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